Variables a tener en cuenta ante la próxima siembra de trigo
Ante el inicio de una nueva campaña de fina, es clave tomar determinadas decisiones que permitan lograr los resultados esperados. Factores como genética, fecha y densidad de siembra, son fundamentales en un escenario de márgenes ajustados como los actuales. En este artículo se resaltan algunos aspectos relevantes para enfrentar la planificación del cultivo.
El trigo domina el comercio mundial con unos 650-685 millones de toneladas de producción, 654-660 millones de toneladas de consumo y 160-190 millones de toneladas de producto almacenado anualmente. En la Argentina, ese cereal cumple un destacado rol en la economía, en especial por su potencial de exportación, aportando entre un 2,5% y un 3% del volumen mundial.
Para esta próxima campaña, las proyecciones privadas, a la espera de las oficiales y de las bolsas de cereales, estiman un volumen de producción de 18 millones de toneladas, a pesar de los números ajustados que tendrá el productor como consecuencia de la suba de costos y la caída de precios internacionales.
Por otro lado, los beneficios agronómicos de incluir gramíneas de invierno en las rotaciones son bien conocidos: aumenta la generación de biomasa y materia orgánica, mejora las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo, favorece la infiltración y retención de agua, reduce la evaporación e interrumpe el ciclo de insectos, malezas y enfermedades de manera fundamental.
A la hora de definir el planteo productivo y elegir las variedades de cereales de invierno, es necesario tener en cuenta factores fundamentales como son la genética, la fecha y la densidad de siembra.
Genética
Las variedades de trigo son el resultado de programas de mejoramiento genético que se apoyan en procesos continuos de:
- Generación de variabilidad genética (hibridaciones o cruzamientos, introducciones de materiales foráneos y adaptación, etcétera).
- Selección agronómica y estabilización progresiva de materiales, y
- Evaluación final, en ensayos comparativos de rendimiento (ECR) en toda la región triguera.
Ante una gran cantidad de opciones que ofrece el mercado de semillas, cada una con características específicas en términos de rendimiento, ciclos, resistencia a enfermedades, y calidad del grano, es fundamental seleccionar la variedad que mejor se adapte a las condiciones de suelo y clima, así como a los objetivos de producción.
Existen diferentes variedades que se clasifican en trigos de ciclos largos, intermedios y cortos, donde las diferentes etapas tienen una duración determinada. De acuerdo a un ciclo en particular, corresponderá una fecha y densidad de siembra recomendada por el semillero, que deberá compatibilizarse con la fecha y la densidad de siembra adecuada para cada región.
La selección de la variedad más adecuada para cada ambiente específico es uno de los factores críticos que influyen en el éxito del cultivo de trigo.
Para reducir el riesgo de pérdidas de rendimiento debido a estreses abióticos y bióticos, se recomienda, especialmente en superficies muy grandes, sembrar más de una variedad con una o varias características importantes diferentes (resistencia a enfermedades, resistencia a la sequía, tiempo de madurez, etcétera).
Esto se llama «complementación de variedades». Por ejemplo, ante un posible riesgo de infección por roya en un área específica, es posible optar por una variedad de alto rendimiento (que es más susceptible al hongo) o por otra de alta resistencia (que puede tener menos potencial de rendimiento).
Fecha de siembra
Un concepto generalizado para definir el momento de siembra óptimo es el resultado de la fecha de espigazón (precisamente de antesis) elegida y el ciclo del cultivar a sembrar.
La probabilidad de reducir el daño por heladas con el retraso de la fecha de espigazón está demostrada, aunque si el retraso es mayor a 15 días, la pérdida de rendimiento por aumento de la temperatura y desmejoramiento de la situación hídrica generaría una pérdida de rendimiento mayor a la que produciría la eventual helada.
Luego de haber definido la fecha estimada de espigazón, se debe conocer el ciclo (días de siembra a espigazón) de cada cultivar, estableciendo una relación entre la fecha de espigazón y la fecha de siembra.
La fecha de siembra está determinada fuertemente por el tipo de ciclo elegido:
- Ciclo intermedio largo: con pérdidas aproximadas de 32 kg/ha/día a partir del 1° de junio.
- Ciclo intermedio: con pérdidas aproximadas de 17 kg/ha/día a partir del 1° de junio.
- Ciclo corto: con pérdidas aproximadas de 13 kg/ha/día a partir del 1° de julio en las regiones II y III Norte, y de 10 kg/ha/día hasta el 10 de julio en la Región II Sur.
Densidad de siembra
La densidad debe estar relacionada con la elección de la variedad, potencial de macollaje, fecha de siembra, ciclo seleccionado, calidad de semilla y destino del cultivo. Respetar las densidades recomendadas, permite llegar al número de espigas necesarias para lograr los potenciales de rendimientos esperados, como así también lograr mejor estabilidad.
El correcto manejo de la densidad surge de la definición de niveles de densidad objetivo. Estos niveles objetivos deben definirse considerando variables relevantes de manejo (por ejemplo, características de los materiales a usar, fecha de siembra y espaciamiento, entre otros aspectos).
El ambiente y la interacción genotipo por ambiente afectan la densidad óptima de plantas y, por lo tanto, la respuesta a la densidad de siembra. Una recomendación general para todos los cultivares de trigo, como la tradicional, de 300 semillas viables/m2 (s.v./m2) puede no ser óptima en cultivares que difieren en capacidad macolladora, largo de ciclo y fecha de siembra.
La densidad de siembra a utilizar depende del largo de ciclo, la fecha de siembra y la capacidad macolladora del trigo.
Para alcanzar potenciales por encima de las 600 espigas por m2, existe un rango de recomendaciones según ciclos:
- Ciclos intermedios largos: densidades entre las 240 y 300 plantas/m2.
- Ciclos intermedios: densidades entre las 280 y 340 plantas/m2.
- Ciclos cortos: densidades entre las 280 y 340 plantas/m2.
Fórmula de densidad de siembra:
Definiendo la variedad
DONMARIO ofrece una adecuada selección de variedades, con el objetivo de poder contar con un porfolio bien competitivo y amplio, brindando un adecuado y correcto posicionamiento de los productos en cada una de las regiones trigueras del país, atendiendo las necesidades y demandas de los agricultores.
DM ARAUCARIA es una variedad de ciclo largo, con un porte germinativo erecto. Es de grupo de calidad 2 y manifiesta bajo requerimiento de frío que permite posicionarla en toda la región triguera. Posee muy buen desgrane y muy buen comportamiento ante el vuelco.
En cuanto a su perfil sanitario, es tolerante a la Roya negra o del tallo (Puccinia graminis f sp. tritici), Roya anaranjada o de la hoja (Puccinia recondita), Mancha foliar o septoriosis (Septoria tritici) y a la Fusariosis o golpe blanco (Fusarium graminearum). Es una variedad con excelente potencial de rendimiento, sanidad y estabilidad en un amplio rango de ambientes.
DM PEHUÉN es una variedad de ciclo intermedio, con un porte germinativo erecto. Se destaca por su equilibrio entre estabilidad y potencial de rendimiento. Su rasgo radica en su adaptabilidad a diferentes ambientes productivos y su plasticidad adaptada para un amplio rango de fechas de siembras. En cuanto al perfil sanitario, se destaca por su excelente comportamiento a royas. Es de grupo de calidad 2 y manifiesta bajo requerimiento de frío. Posee muy buen desgrane y muy buen comportamiento ante el vuelco.
En cuanto a su perfil sanitario se destaca por su excelente comportamiento a royas, siendo moderadamente tolerante a la Roya negra o del tallo (Puccinia graminis f sp. tritici), Roya anaranjada o de la hoja (Puccinia recondita), Mancha foliar o septoriosis (Septoria tritici) y a la Fusariosis o golpe blanco (Fusarium graminearum). También es moderadamente susceptible a la Mancha amarilla, bronceada o tostada (Drechslera/Pyrenophora tritici repentis).
DM ALERCE es una variedad de ciclo corto, con un porte germinativo semierecto, y alto potencial de rinde destinado a siembras tardías. Es de grupo de calidad 2 y manifiesta bajo requerimiento de frío. Posee un buen comportamiento ante las heladas y el vuelco.
En cuanto a su perfil sanitario, es moderadamente tolerante a la Roya negra o del tallo (Puccinia graminis f sp. tritici), Roya anaranjada o de la hoja (Puccinia recondita), Mancha foliar o septoriosis (Septoria tritici) y a la Fusariosis o golpe blanco (Fusarium graminearum). También es moderadamente susceptible a la Roya amarilla (Puccinia striiformis) y a la Mancha amarilla, bronceada o tostada (Drechslera/Pyrenophora tritici repentis).