Barbechos abiertos, flexibilidad para definir el próximo cultivo

Barbechos abiertos, flexibilidad para definir el próximo cultivo

Implementar un barbecho «abierto» nos ofrece la posibilidad de elegir más adelante si el lote va a maíz o a soja. Ante la incertidumbre y con las lluvias erráticas, esta estrategia requiere aplicar principios activos selectivos pero eficientes, que no generen limitaciones posteriores ni efectos fitotóxicos en los cultivos.

Ya de cara a la próxima campaña gruesa, el barbecho químico es la etapa que consiste en mantener el suelo (que permanece sin remoción) libre de malezas durante el período de tiempo que va desde la cosecha de un cultivo hasta la siembra del siguiente a través del uso de herbicidas. La rotación de cultivos dentro de nuestro plan agronómico debe determinar el largo y el momento donde ubiquemos el barbecho. Un manejo integrado de malezas (MIM) contempla algunas variables a tener en cuenta, como el monitoreo, la rotación de activos de diferentes modos de acción, junto con la implementación de cultivos de coberturas y el seguimiento del banco de semillas, entre otros.

Para definir una estrategia debemos centrarnos en la maleza presente más problemática, reconociendo su época de emergencia y crecimiento, e identificando los herbicidas que aseguran el mejor control sobre la misma. El monitoreo es la herramienta básica para el reconocimiento de la problemática a enfrentar. La frecuencia dependerá de la zona y la dinámica de las malezas identificadas, con el fin de anticiparse y evitar llegar tarde, especialmente ante malezas complicadas como el yuyo colorado, la rama negra y algunas gramíneas.

Un monitoreo registrado correctamente, permite tener el historial del lote en cuanto a malezas, lo que facilita mucho la planificación y la toma de decisiones. Con esta información, se define el plan más adecuado y los momentos de aplicación, de manera de no repetir modos de acción y no generar apilado de herbicidas en el suelo que pueden generar fitotoxicidad al cultivo posterior.

Los herbicidas selectivos están orientados para una determinada cantidad de cultivos. Ante situaciones en las que se presentan dudas sobre el cultivo a sembrar, una opción es la de aplicar una estrategia “neutra”, utilizando y rotando productos que sean compatibles con los posibles cultivos posteriores, permitiéndonos tomar la decisión final sobre qué sembrar, más adelante y sin apuro.

BARBECHO ABIERTO 

Dejar un barbecho “abierto” nos permite sembrar más de un cultivo posteriormente, por lo que podríamos ir tanto a soja como a maíz. Esto no siempre es posible, debido a que, en ocasiones, el herbicida elegido solo es tolerado por un cultivo, y ante un sorpresivo cambio de escenario, no tenemos opción de sembrar otro. Activos como el biciclopirone o el topramezone son selectivos para maíz, pero no para soja.

Tener en consideración que en nuestros lotes conviven, generalmente, malezas de hoja ancha y gramíneas, tanto anuales como perennes, hace aún más complejo el manejo integrado. Sumado a que muchas de esas malezas presentan algún tipo de resistencia a herbicidas. Esta elección de herbicidas depende de varios factores, como la composición de la comunidad de malezas, la abundancia relativa de cada especie, su ciclo y su agresividad, entre otros. Debemos tener en cuenta la sensibilidad de las especies más importantes a los herbicidas disponibles y especialmente qué cultivo se sembrará posteriormente.

El piroxasulfone pertenece a la familia de las isoxazolinas y representa una nueva clase química que ofrece una altísima persistencia en suelo. Su modo de acción similar a las cloroacetamidas, metolacloro, s-metolacloro y el acetoclor. Actúa inhibiendo el crecimiento de malezas en proceso de germinación, al impedir la división celular de la raíz. Se absorbe fundamentalmente a través del coleóptile y en segundo lugar a través de la raíz de las plántulas de las malezas. La formación de las membranas celulares y los materiales cerosos de las cutículas dentro del tejido vegetal en desarrollo también se ve gravemente afectada. Las malezas mueren antes de emerger o bien inmediatamente después de salir a la superficie.

El saflufenacil pertenece a la familia química pirimidindiona, ofreciendo actividad foliar (postemergente) y residual (preemergente) en el control de malezas anuales. Actúa por contacto, de efecto desecante y aplicación postemergente. Una vez absorbido a través de las estructuras de lípidos hidrófobos de los tejidos, actúa en la formación de porfirinas, moléculas precursoras de clorofila y grupos hemo, causando la destrucción de las membranas celulares. Es altamente soluble en agua, lo que permite principalmente el movimiento en el xilema y en menor medida por floema.

Está ampliamente demostrado que la aplicación combinada de determinados herbicidas que combinen dos sitios de acción distintos, permite ampliar el espectro de control y mejorar la residualidad. En este sentido, una recomendación es implementar una formulación premezclada de piroxasulfona y saflufenacil para controlar las especies latifoliadas durante el cultivo del maíz o soja, cuando la piroxasulfona sola no logra un control completo.

Zidua Pack de BASF, es un herbicida formulado con la combinación de piroxasulfone 85% y saflufenacil 70%. Esta combinación potencia la efectividad del tratamiento preemergente tanto para soja, maíz y maní, ofreciendo el control de las principales malezas gramíneas y de hoja ancha, con una alta versatilidad y amplio espectro de control. Su formulación en gránulos dispersables (WG) garantiza una excelente solubilidad, ofreciendo una altísima persistencia en suelo, entregando 15 días más de control respecto a otras formulaciones. Ofrece la mayor velocidad y contundencia de control, con el menor intervalo de aplicación / siembra y una menor dependencia de las condiciones climáticas. Gracias a su formulación, es posible conseguir un control eficiente con dosis más bajas que las formulaciones comunes.

Resulta eficiente en su capacidad para controlar malezas resistentes al glifosato, así como herbicidas inhibidores de la acetolactato sintasa (ALS) y del Acetil-CoA carboxilasa (ACCasa), por lo que se presenta como una importante herramienta para el manejo de la resistencia. Varios ensayos han determinado que este herbicida proporciona una buena eficacia tanto en malezas de hoja ancha como en gramíneas, con una excelente selectividad en soja, maíz y maní.

La clave de Zidua Pack®, además de su residualidad, es su persistencia. Gracias a su formulación, se incorpora con alguna mínima lluvia y evita que nazcan malezas, ofreciendo un período de residualidad mayor, comparado con otros agroquímicos similares. Por lo tanto, garantiza una mayor versatilidad gracias a la selectividad de los principales cultivos y una alta eficacia en el control pre y post emergente.